Hola a todos. Mis preocupaciones son dos, en relación al uso de las redes como forma de relacionarse en educación y el uso de las nuevas tecnologías de la educación. La primera preocupación es la pérdida del humanismo en educación, esto es, "colgar las notas" no tiene nada que ver con la información personal del tutor o la tutora, el lenguaje no verbal, la información afectiva.... esto es en cuanto a la relación con los padres y madres o tutores. En cuanto al alumno o la alumna, cierto es que la prolongación de la relación profesor-alumno a través de la red mejora enormemente la comunicación, cuando es complementaria a la función docente. Aunque conlleva una servidumbre a veces excesiva del profesor en cuanto a número de horas de dedicación laboral. La educación debiera orientarse a lograr el desarrollo de habilidades de aprendizaje y no sólo el enseñar conocimientos. Así dentro de la cognición hay múltiples facetas que pueden desarrollarse en el alumno como puede ser el pensamiento, la percepción, el lenguaje, la capacidad crítica…El maestro o docente no es un instructor, más bien es un orientador o un mediador que tiene que conocer la capacidad de sus alumnos, evaluar sus recursos y materiales e incluso crear algunos propios. También debe crear un entorno favorable al aprendizaje con diálogo y de confianza, orientando el aprendizaje a toda la clase y también particularmente. Pero es que el alumno también cambia siendo más crítico y más autónomo, individualmente y en grupo, lo que le lleva a buscar información, seleccionarla, evaluarla y adquirir conocimiento. Los niños y también los adultos aprenden y se forman en la vida cotidiana, en el hogar, en la calle, con la televisión, con internet, en el trabajo, con los colegas…Por lo tanto una meta u objetivo sería el de enseñar al alumno a “Aprender a aprender” y además a “Aprender a pensar por sí mismo”. Aquí estaríamos hablando del aprendizaje por descubrimiento y no sólo que le demos mascados una serie de conceptos y hechos como una clase magistral. Lo que interesa es una educación para aprender a ser, a hacer, a vivir y a convivir ya que aprender es una importante fuente de riqueza y también de bienestar y de cooperación. Y a veces hasta nos sirve de reto. Y si no ¿cómo es que estamos participando en este ciberespacio de “Aprender a programar” incluso en temas que nada tienen que ver con la programación? Tal vez la educación vaya abocada a abandonar esa idea de saber muchas cosas, tal vez es más importante saber descubrirlas y aprenderlas y aprehenderlas en el momento en que las necesitamos. No sé, me da por pensar. Entonces estamos hablando de un nuevo tipo de alumnado y un nuevo tipo de maestro. Y un nuevo entorno didáctico. Es importante que el alumno tenga esa disponibilidad por aprender y que lo que le propongamos a ese alumno posea un cierto significado y lógica para él. ¿Cómo aprende con las nuevas tecnologías? Pues desde mi punto de vista comparte la información con los demás, así como también lo que aprende lo ofrece a los demás. Pide consejo y se deja asesorar. Además puede intercambiar experiencias que pueden ser válidas para los otros. Con las nuevas tecnologías puede nuestro alumno grabar, editar, publicar, gestionar información… siempre asesorado y en coordinación con el profesor que ha de modificar su metodología y prepararse para esta nueva didáctica de las nuevas tecnologías. Porque aprender en definitiva es comprender valores socioculturales, participar activamente, compartir aprendizajes, intereses, desarrollar autonomías en su aprendizaje, tener actitudes críticas, conseguir logros, ser más flexibles y tolerantes… y un largo etc. Está claro que hay un cambio social en la educación, pero uno debiera verlo más que nada como una oportunidad para seguir adelante perfeccionándonos y utilizando estas herramientas para lograr que los alumnos sean los alumnos de la comunicación del futuro. Por tanto el alumno ha de saber cuándo hablar y cuándo no, qué hablar y con quién, cuándo, dónde, de qué manera; o sea, que adquieran la capacidad para comunicarse de una manera eficaz en un medio digital. Por eso hay cambios en esta nueva forma de comunicarse y organizarse, de trabajar y hasta de divertirse. Estamos teniendo acceso a muchísima información y también a tener contactos con muchísimas personas, con otros colectivos o grupos, y esto está siendo fuera de los límites del espacio-tiempo. Cosa que viene sucediendo en la escuela tradicional, por lo tanto conlleva un cambio de “actitud” y de “mentalidad” y esto lleva tiempo. Desde mi punto de vista, mucho tiempo. No sé si existe la voluntad de una educación más flexible e integradora y más cercana al mundo exterior, cuesta mucho cambiar esquemas… En mi opinión estas nuevas tecnologías se deberían utilizar no cómo un fin sino cómo un medio para mejorar el proceso de aprendizaje de tal manera que se cubran las necesidades individuales del alumno, fomentando su trabajo colaborativo y ofreciendo una metodología cercana a la diversidad. No se trata de transmitir datos que luego el alumno reproduce, es enseñar a aprender a lo largo de toda la vida de tal manera que se pueda transmitir capacidades y ciertas habilidades que le permitan adaptarse a una sociedad que sigue su evolución.
Pero aquí aparece mi otra preocupación: ¿qué pasa con el alumnado que no tiene fácil acceso a las redes? ¿no se están agravando las diferencias entre los alumnos en función de su disponibilidad económica? ¿y en momentos de crisis como los actuales, no es aún peor ese abismo? ¿no estarán obligados, entonces, los poderes públicos, a hacer accesible estos medios para evitar esta situación? Sigo pensando y reflexionando sobre estas dos cuestiones, la primera, de la función afectivo-relacional de la enseñanza, importantísima en el desarrollo íntegro del alumno; y la segunda de la componente económica en la igualdad en el acceso a la educación. Gracias Alex por este nuevo asunto que me ha permitido pensar un poco más allá, tal vez más de lo que yo misma esperaba, aunque sigue dando para más. Saludos.